Cómo influyen las experiencias y desafíos que enfrentan las mujeres; si tomamos en cuenta que existen aspiraciones, anhelos y metas, también pueden existir obstáculos en el camino para el desarrollo de ellas; la falta de entusiasmo, incertidumbre en el futuro, apatía hacia las tareas, son señales de que estamos ante una crisis emocional. Cada mujer tiene mucho que aportar a su propia vida y a la vida de otros, sin embargo, en ocasiones el desarrollo personal y profesional se puede ver detenido por emociones y sentimientos como una revolución interior dejando una sensación de insatisfacción o infelicidad. Encontremos cómo se fue formando esta nube gris y las alternativas que existen para retomar aquello que un día soñaste.
Conforme van pasando los años suele haber una mirada al pasado, con nostalgia, con añoranza, para darnos cuenta de que cuando éramos pequeñas la vida era más sencilla que en la edad adulta. Tener un buen trabajo, casarse, tener hijos, comprarse una casa o irse de vacaciones; son algunas de las presiones que la sociedad impone a la edad adulta, tal como garantiza la psicóloga Beatriz Gil Bóveda, especialista en autoestima, liderazgo y desarrollo personal y fundadora y CEO de Psique Cambio: «Es como el ‘reloj social’, que sugiere que a cierta edad las personas deberían haber alcanzado ciertos hitos, como tener una carrera estable o casarse». (González et al, 2023).
Llega un momento en el que las personas comienzan a cuestionarse su propósito y significado en la vida. Centrando el tema en nosotras las mujeres en la edad adulta, al parecer, «podemos sentir que las metas y expectativas no se han cumplido y que no están donde pensábamos que estarían.
También podemos sentir una sensación de pérdida o duelo por la juventud y la vida sin responsabilidades que dejamos atrás.
Es multifactorial el que llegue a nuestra mente, a nuestras emociones, a nuestro ser, que nuestra vida carece de significado o propósito, y es preciso reconocer qué hay en nuestra estructura interior, qué está pasando en nosotras, o qué no ha habido en nuestro interior para llegar a ese estado.
Mucho tiene que ver como punto inicial, que la autoestima, ha estado desconectada, no sentimos valor por nosotras mismas, no sentimos confianza en nuestros dones, en nuestras virtudes, en nuestra experiencia. No sentimos un acompañamiento de otros que nos haga sentir precisamente valiosas, si somos importantes en la vida de otra persona.
Muchas mujeres podemos llegar al pensamiento de considerar que no sea trascendental lo que estamos haciendo, a veces estamos conectadas en una forma muy superficial a nuestros propósitos, y podemos darnos una pausa y reconectarnos en nuestra parte más profunda, humana y sobre todo espiritual. Que nuestro propósito de vida no lo dejemos en manos del alcance material, claro que es trascendental, pero que no lo dejemos solamente ahí.
Que nos abramos a diferentes áreas de nuestra vida para estar reconectadas con nosotras mismas y también con todo lo que nos rodea, no solo lo económico, sino también otras vidas y relaciones humanas. No es tarde para buscarlo y reestructurar nuestro rumbo si es que lo hemos perdido, si en algún momento pudimos haber observado que nuestra autoestima esta herida también nos sería valioso detenernos y poder cuidar de ella.
La manera en cómo nos hablamos a nosotras mismas y cómo nos describimos es súper valioso; el contabilizar las habilidades, dones, virtudes que tenemos y, no dejar de lado los defectos que también nos acompañan, ya sea porque los hemos ido desarrollando o porque son parte de nosotros sin haberlos desarrollado. Reconstruir nuestra autoestima para que cuando estamos ante un problema, un desafío, un reto, una dificultad, no consideremos que tenemos que caer en esto de desconectarnos de nosotras mismas y de la vida.
Una investigación de una psicóloga y tanatóloga Norma Patricia Ramírez (2015), precisamente preguntó a las mujeres cuál era el duelo que más había impactado. ¿Cuál es el duelo que más le duele a la mujer aquí en nuestro país? Y en la investigación resultó que lo que más le duele a una mujer es cuando se separa de su amante, de su esposo, de su novio, de su pareja, de su amor. Precisamente cree que ha perdido el amor; no que ha perdido a un ser querido, sino, que ha perdido el amor.
A veces no queremos conectar con lo que estamos sintiendo porque frente a nosotras, a nuestro lado y detrás de nosotras hay muchísimas responsabilidades y más en la vida actual. La mujer a veces no nos damos la oportunidad de llorar, de darnos un espacio para estar triste, de sentir desesperación, angustia, miedo, etc. No nos damos la oportunidad de sentir porque es más la carga, la responsabilidad y hay que continuar adelante.
¿Y qué pasa? que está nuestro sistema nervioso tan lleno, tan saturado que ya estamos en una ansiedad o depresión muy fuerte. Es decir, que el estado emocional no nada más deberemos de monitorearlo cuando estamos ante la pérdida, sino también vernos cada día, utilizando técnicas como un diario emocional, donde vayamos reflejando y reconociendo nuestras emociones.
Llegamos a pensar del esposo, novio, o la pareja, “tú hazme feliz”. Imagínate el otro, qué gran responsabilidad puede o no asumir. La verdad es que no debería asumirla, no es su responsabilidad.
Pero cómo vamos dejando nuestro estado emocional en manos de algo, del dinero, del trabajo, de nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestros amigos, del clima, de cuál equipo de fútbol va a ganar. Es decir, nuestro estado emocional está depositado fuera de nosotras y no nos queremos dar cuenta que lo hemos dejado en manos de algo de alguien. Si estamos sosteniendo por meses la amargura, por años la tristeza, el dolor, el sufrimiento, llega un momento en el que podemos sentir que ya no se puede con todo eso que estamos está sosteniendo.
Sería preciso mencionar que uno de los mitos o creencias de la mujer es que tiene que preocuparse por los demás; si alrededor de una mujer, una persona muere o hay un divorcio, ella tiene que pensar en el entorno, en la familia, en los hijos, etc. y se descuida, no ve su propio sentir, no elabora su propio duelo. Tiene todo que ver en las formas de amar; es decir, que tal vez nuestras ancestras nos enseñaron que amar es dar todo a todos, y la mujer dejarse para después, que se quede al final y a ver si queda para ella. Y lo podemos ver con las abuelas y las bisabuelas que los domingos, de la familia, que los invitaban a comer, diciendo, “coman todos y yo al último”, esas actitudes y conductas, se van entregando a las siguientes generaciones, haciendo creer, pensar y sentir que el amor auténtico y verdadero es darlo todo y a todos.
Es importante aperturarnos a amar de una forma consciente, más responsable, más respetuosa, con una comunicación más directa, efectiva y asertiva. Porque también creo que no nos hemos hecho cargo muchas veces de aprender otras formas de amar.
¿Cómo puede el entorno ayudar? Preguntar directamente: ¿Qué nos quieres decir? ¿Qué quieres que hagamos por ti? ¿Qué te gustaría?
Mujeres; preguntarnos en nuestro ser, en nuestra intimidad, qué es lo que realmente quiero, qué es lo que realmente necesito. Quiero volver a sonreír, quiero darme un tiempo para tomar un café con una amiga, ir al cine, un momento de descanso, tal vez una tarde sin lavar trastes. Ser escuchada, ser acariciada, ser reconocida de todo lo que hago, sentirme amada. En el fondo es lo que la mayoría de los seres humanos queremos, sentirnos muy amados y tener la posibilidad de amar.
Encontramos también que las mueres profesionistas, nos sentimos perdidas, insatisfechas, desmotivadas o infelices con el camino que ha tomado nuestra vida laboral, a menudo, tener un buen trabajo y un salario adecuado no es suficiente, porque algo en nuestro interior nos dice que ese no es el camino correcto, y esto puede ocurrirnos en cualquier etapa de la vida.
Algunas circunstancias que llevan a las mujeres a enfrentar una baja autoestima, es la rutina… “se levantan temprano al desayuno de los hijos, los van a dejar a la escuela, regresan al súper, luego a la comida, luego ya es hora de ir a recoger a los hijos, luego llevarlos al karate, llevarlos a la natación. Se están todo el día haciendo cosas.” Solo que son cosas para otros.
Hacer una y otra vez durante al menos 5 días la rutina de levantarse temprano, elegir vestimenta, llegar a la oficina y trabajar para otros en el cumplimiento de nuestra labor y objetivos o desarrollar nuestro propio emprendimiento a pesar de los comentarios externos y el miedo que causa el posible fracaso; preguntarse al final del día si lo realizado ¿fue suficiente? o ¿algún día se alcanzará la meta deseada? Son también cuestionamientos de mujeres que hemos elegido un estilo de vida fuera de la familia y los hijos.
Efectivamente es una rutina tan común y frecuente en tantas mujeres que allí hay que insertar el que hagan algo para ellas, que se den un tiempo para ellas. Las reuniones con amigas son importantes, hablar de nosotras, de los que nos apasiona, de lo que amamos y de lo que esperamos en la vida, aprender un nuevo idioma, ponernos en contacto con la naturaleza haciendo una cita con nosotras mismas.
A veces se cree que tiene que ser algo productivo, y no siempre es así, simplemente encontrar un momento para tener contacto con las cosas que te conecten con el alma.
Por lo tanto, llega el momento de poner un límite de decir no. Ya no va a ser de lunes a viernes agenda de los niños. Va a haber cinco, tres, o algunas horas para mamá, para que mamá o la profesionista sea Mujer, esa mujer que esté con ella siendo feliz para ella.
Si consideras que en algún momento perdiste el rumbo de tus metas o te sientes enfrascada en una rutina y consideras necesario comenzar a trabajar en la expresión de tus emociones y lograr la satisfacción con tus actividades, acércate a Psicoterapia Integral Toluca en donde encontraras un grupo de profesionales de la salud mental que te acompañaran en este proceso. No hay una forma única y definitiva de vivir la vida, tomemos en cuenta nuestras propias necesidades y seguir nuestros propios deseos.
Adriana Delgado Carreño
Mtra. en Psicoterapia Gestalt.
Citas:
Sahelices, M. 2024. “Crisis profesional: cómo actuar cuando despierta” Recuperado el 3 de septiembre del 2024 en:
https://www.vogue.es/articulos/crisis-profesional-consejos
Gonzáles, M. 2023. “Crisis existencial de los 30: por qué sucede y cómo superarla” Recuperado el 3 de septiembre del 2024 en:
https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-crisis-existencial-30-sucede-y-como-superarla-202304162233_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fbienestar%2Fpsicologia-sexo%2Fpsicologia%2Fabci-crisis-existencial-30-sucede-y-como-superarla-202304162233_noticia.html
Ramírez, P. 2015. “El síndrome de la mala madre” Recuperado el 3 de septiembre del 2024 en:
https://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425053577_221825.html